Se trata de una biografía de mi hijo que fue gay y murió de sida a los 27 años de edad. De eso hace más de 20 años. Pero también es parte de mi vida y cómo, sin darme cuenta, como un rompecabezas que se forma solo, fui dejando de ser homofóbica para convertirme en activista en constate lucha por los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual. El libro nos lleva, paso a paso, a través de todo ese proceso. Por tanto es autobiográfico también.
Fue publicado hace 12 años bajo el nombre de "Sida: Testimonio de una madre". Ha gustado y ha servido a quienes lo han leído en esa primera edición. Ha servido a jovenes LGBT para entender a sus padres y a éstos, para enteder a sus hijos o hijas. Ahora lo edité en papel y en kindle, bajo otro nombre, porque incluye muchos cambios y actualización.
Genre: BIOGRAPHY & AUTOBIOGRAPHY / GeneralI don't have official sales or ranking data. The first edition of the book in Spanish, published 10 years ago, sold well and received very good critics. It has been useful for parents with non heterosexual children, and for these kids so that they can understand what their parents go through when your kid tells you that he is gay or lesbian or whatever. Ths new edition has a different name and many variations and actualizations. I have published ir preinted and in kindle. Justo published one week ago.
Hace veinte años que murió José Octavio. Tenía 27; este año de 2015 cumpliría 50. José es mi hijo. “Es” y no “era”, porque él sigue en mí, todos los días en los que, sin razón o con ella, se aparecen en mi mente sus manitas de bebé o su sonrisa de dientecillos diminutos que, uno a uno, fueron acomodándose bajo la almohada y robados, sigilosamente en la obscuridad de la noche, por aquel ratoncito Pérez que con ellos construyó su casita a cambio de unas monedas. O sus huesudas manos de adulto, su bello rostro barbudo, su risa de grandes dientes, su adusto ceño de adolescente en búsqueda eterna o sus enormes ojos rodeados de larguísimas pestañas de hombre valiente que cuenta sólo con horas para llegar su fin.
Todas esas imágenes llenan mi vida, junto con miles más para, en ocasiones, hasta hacerme reír, y en otras, muchas otras, hasta hacerme llorar. Los hijos, vivos o muertos, nunca se van de nuestro ser. Permanecen como canguritos metidos en un bolsillo de la mente, para salirse cuando les da la gana, como niños traviesos, a inundar nuestros pensamientos.
José murió de sida. Cuando se pierde un hijo, se rompe la vida y nunca más vuelve a ser igual. Es como tratar de pegar un florero roto al que le quedan cicatrices que nunca dejan de verse. En el caso de una vida, nunca dejan de doler. El luto no es de unos meses o un año; el luto es para siempre...Hay que aprender a vivir de nuevo partiendo de una carencia, como el cojo sin su pierna o el manco sin su brazo. Pero ¿cómo vivir la vida cuando falta un pedazo de alma?
Language | Status |
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English
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Already translated.
Translated by CAROLINA RAMIREZ
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Italian
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Already translated.
Translated by Elena Rizzo
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Portuguese
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Translation in progress.
Translated by Suelen Araujo
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