“Nada vi de lo que conté…” ¿Puede una traición cambiar el mundo?
Acompaña a Marco Marcio, Markos, un duro centurión de la Legión X, a través de un viaje repleto de peligros, aventuras y pasiones imposibles, hacia la entraña misma de los misterios gnósticos y el corazón del cristianismo primitivo. Vive con él, y con el resto de los personajes de "El Evangelio del Traidor", los hechos, terribles y enigmáticos que precipitaron la redacción del evangelio más determinante para los cristianos y la iglesia romana.
Recorre los caminos del desierto de Galilea; adéntrate en las simas prohibidas de la cueva del Q´mrán; asalta las imponentes murallas de Jerusalén; descubre la legendaria biblioteca de Alejandría; traza, con la quilla de un gauloi, los caminos secretos del antiguo Mare Nostrum; escapa de la sombra tenebrosa de los druidas de la isla de Mona; se el guardián de la palabra de Jesús el "Nazoreno" y de Pablo de Tarso y el único conocedor del secreto de un inmenso tesoro que no existe pero que todos buscan; ... y acaba en Roma. Siempre Roma. Donde la lucha por el poder y los cuchillos en la oscuridad dibujarán los últimos trazos del laberinto final.
Debemos advertir, en primer lugar, que esta novela comienza por su epílogo y termina en prólogo. Contada hacia atrás durante parte de la obra, cuando termines sabrás porqué comenzaste.
El libro ha vendido en todos los formatos (ebook, papel y audiolibro) una cantidad próxima al millar de ejemplares tanto en ebook, como en create space y en versión audiolibro en la plataforma Audible. Ha estado varios meses en el top 5 de plataformas como www.leoebooks.com, con mas de 1500 visitas.
En la plataforma Audible, el audiobook ha alcanzado el puesto nº 2 de ficción histórica y el 5 de ficción general en español, permaneciendo todo el tiempo en el top 10 de ventas.
A modo de epílogo.
Obriénicus, en Judea.
Solamente con la verdad habían podido engañarlo. El eco de esa certeza rebotaba contra las grises paredes del sepulcro donde yacía enterrado en vida. Solo con la verdad habían podido derrotar todo lo que representaba, al mundo que estaba por venir… aunque sería una victoria inútil, porque él no moriría allí.
Una leve rendija de luz se filtraba desde un techo que no podía alcanzar y lo liberaba, en parte, de una oscuridad a la que no podía vencer. El agua no era un problema, podía lamer la que se filtraba por las húmedas rocas, con un espantoso sabor amargo que hacía arder las tripas. Quien hubiera construido aquel lugar se había cuidado de que sus huéspedes no murieran de sed en pocos días y carecieran de la lucidez necesaria para su propósito. La comida tampoco era, por el momento, una preocupación. En Britania, de niño, pudo ver en muchas ocasiones como los guerreros ordovices, asediados por sus enemigos romanos durante meses, enloquecidos por el hambre, devoraban a los caídos, a los ancianos o a los heridos que no podían defenderse, sin darles siquiera el consuelo de una muerte rápida antes de convertirse en el alimento de los más fuertes.
No, definitivamente la sed y el hambre no eran sus principales problemas. Lo era la ira. Una ira sorda, que le sofocaba e impedía concentrarse y pensar con claridad. Un sentimiento que explotaba en la garganta cada vez que recordaba cómo había terminado allí.
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English
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Already translated.
Translated by Jesus M. Gonzalez
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Author review: Jesús ha hecho un trabajo excelente y extremadamente profesional con un texto histórico lleno de matices. Trabajar con él ha sido muy fácil. Totalmente recomendable, será un placer trabajar de nuevo con él en el futuro. |
Italian
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Translated by Federico Renzi
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Portuguese
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Translated by Madalena Monte
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