Esta es la historia de mi amigo William Duncan y de cómo cambió su vida el día que descubrió que Freddie Mercury no estaba muerto. Fue por casualidad. Una gata que se coló por su ventana, la certera flecha de Cupido y una confesión en circunstancias extrañas. Podría haberlo dejado pasar, como haría cualquiera que estuviera en sus cabales, pero él se empeñó en perseguir su sueño. ¿Qué si era cierto o solo una quimera? ¿Qué si lo consiguió? La respuesta tienen que buscarla ustedes mismos.
Si Freddie Mercury no hubiera muerto es una novela sobre la amistad, y sobre Queen, por supuesto. En ella acompañaremos a Will en su viaje para descubrir la verdad. Un camino que cambiará su vida y la de sus amigos más cercanos. Un camino que discurre en paralelo a la historia de la banda británica y que nos descubre algunas de sus anécdotas más curiosas.
Genre: FICTION / GeneralEl libro se publicó en marzo de 2022 en Amazon y hasta el momento se han vendido más de mil ejemplares (915 en la plataforma de Amazon) y unos 200 en presentaciones y eventos. La temática hace de él un libro muy atractivo, dada la gran cantidad de seguidores del grupo musical Queen.
La mayoría se han vendido en España y México y algunos en Estados Unidos. Dado el gran potencial que tendría en lengua inglesa, estoy muy interesado en traducirlo a este idioma.
Will y yo nos conocimos dos veces. La primera a la fuerza, en la escuela primaria de Saint John’s, cuando éramos dos chicos de mundos distintos condenados a estudiar en el mismo colegio, y la segunda y definitiva en el Rhye, un pub de ladrillo oscuro y ambiente espeso que había al final de Harlington Road, en Feltham, al oeste de Londres.
Me gustaba frecuentar ese bar por tres razones. La primera era la conveniencia; no quedaba muy lejos de mi casa, algo importante en un sitio donde llueve a menudo. La segunda es que era un buen punto de encuentro para anónimos habituales. El típico garito en el que todo el mundo se conoce de vista, pero pocos son amigos. De esos en los que puedes refugiarte en tus pensamientos sin soportar a ningún plasta, pero si te apetece también puedes encontrar algo de conversación. Banal, sin pretensiones. Y la tercera, y la más importante: la música. Aquel pub era lugar de peregrinación para fanáticos y nostálgicos de Queen. De hecho, no era casualidad que su nombre coincidiera con el del universo fantástico inventado por Farrokh Bulsara (el nombre real de Freddie Mercury, para los despistados) y su hermana Kashmira en su infancia. De ese lugar imaginario salieron canciones como Seven Seas Of Rhye o My Fairy King. Como curiosidad les contaré que fue precisamente en la letra de esta última canción en la que Freddie se inspiró para cambiarse el apellido y autoproclamarse el hijo de la diosa Mercurio. Como tampoco era casualidad el que quedara tan solo a cinco minutos caminando de la primera casa en la que vivió el cantante cuando su familia se mudó a Londres.