«Había vivido varias veces la misma situación con otras muchas personas y, aunque parecía ser igual, no llegaba a acostumbrarse. El primer desgarro del alma ya estaba sobre el lienzo. Solo era cuestión de días… »
Desde siempre, la vocación de Jeremías había sido plasmar la realidad ayudándose de la pintura y el dibujo. Sin embargo, sus padres nunca le apoyado en esta faceta.
De pronto un día su vida cambió, cuando un hombre apodado como «El Músico Loco» apareció en un mercado para hacer ver el talento como artista que poseía en su interior. Con sus dotes, Jeremías se presentó para ser el pintor de la Corte del rey en un concurso multitudinario.
A pesar de la grandiosidad del premio, el joven pintor se percató de que su talento no era suficiente para que el monarca quedara satisfecho. Esto le llevó a recurrir a alguien más viejo que el mundo, un ente oscuro con el que jamás hubiera querido soñar, poniendo en peligro, no solo su propia existencia, sino también la de sus seres más queridos.
De nada servirían sus lamentaciones, pues el mal era capaz de usar a cualquier persona con tal de conseguir su objetivo.
«De lectura ágil, en donde se entremezclan magistralmente el pasado y el presente, lo historico y lo ficticio, lo real y lo inventado.»
Belén Martín - Lectora.
El libro salió a la venta el pasado 13 y en su presentación se vendieron 200 ejemplares. Está teniendo muy buena acogida.
La vivienda se encontraba en la zona más pobre del reino. Una vivienda humilde, de paredes negras por efecto del tiempo, la lluvia y el moho, que crujía con el viento. Excrementos de animales poblaban las calles cercanas. La basura se amontonaba junto a las moscas a la misma puerta de la casa. El hedor era insoportable y las ratas acampaban a sus anchas, a veces feroces.
Cuando derribaron la puerta se encontraron al pintor sentado en el suelo, retorciéndose bajo una estrella arcaica, rodeado de pinceles, pintura y velas. Sus ojos estaban blancos. El pintor se retorcía como las bestias y emitía extraños sonidos a la vez que espumarajos brotaban de su boca.
―Por orden de su majestad el rey Dominique III queda arrestado por la desaparición del príncipe Adrien. ―El capitán de la guardia real indicó con un gesto de cabeza que lo apresaran.
Los soldados se abalanzaron sobre él. Cuando sus manos capturaron al hombre, su cuello se dobló hacia detrás y gritó emitiendo un sonido desgarrador e inhumano. Sus obras, cuadros realistas de niños, hombres, mujeres y ancianos, los miraban con gesto triste y de pánico en sus rostros, y murmullos de súplica hicieron la habitación sin saber de dónde procedían.
―El rey nunca recuperará a su hijo. ¡Nunca! Ahora ya no le pertenece. Ya no. Ya no. ¡YA NO!
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English
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Already translated.
Translated by Elii McGrew
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Italian
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Translation in progress.
Translated by Simona Casaccia
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Portuguese
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Already translated.
Translated by Laís Alves
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Author review: I don't have words to describe the perfect work that Laís has made with my book, faster, clean, she has been fully involved since the first moment as if it were her own book. It's the second time I work with her and, undoubtly, I hope to do again with her in another proyect. Thanks, thanks for your perfect and amazing work. |