Álvar es montañés de La Pernía. Ha participado como cabo de perros en la toma de Túnez contra Barbarroja y en 1540 lo encontramos llegando a Las Indias en compañía de sus dos mastines adiestrados como perros de guerra.
Se dirige a Asunción y de ahí a la Sierra de la Plata, o "reino del rey blanco", de los que tanto se habla en España. Sin embargo, a lo largo de su historia podremos pensar que quizá no anda a la búsqueda de riquezas, sino tal vez de un mundo más justo, o de escapar de la ira divina... o de la infinita bondad de Dios.
Su sentido de la justicia no le dejará dudar cuando deba tomar partido por Irala o por Cabeza de Vaca, el nuevo gobernador que quiere igualar en el trato a indios y españoles. Su amor por Ierê, la preciosa india guaraní, y su enemistad con el cabo Barbate determinarán las direcciones en el mapa de su vida americana.
Esta es su historia, de la que forman parte importante Draa y Chigui, los mastines fogueados protegiendo al ganado frente a lobos y osos en las campas de la montaña palentina y que ya saben lo fácil que es arrancarle la vida a un ser humano.
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Los ladridos de Draa, que está de guardia en la entrada, alertan a Álvar.
─¡Hombre, Gunta! ¡Ya estáis de vuelta! ─El castellano utiliza un «vos» de más confianza─. Pasad.
─¿Cómo estáis, Álvar? Ya me han contado que no habéis estado mano sobre mano durante este tiempo ─el alemán acepta el cambio de tratamiento.
─No sé qué os habrán contado, pero seguro que la mitad es mentira ─sonríe─. Pero sentaos. ¡Diego! ¡Traed un poco de agua, por favor!
El criado aparece con una vasija y se sienta junto a los dos hombres.
─El señor secretario está en una reunión ─le informa Álvar─. En cuanto termine le avisaremos de que estáis aquí.
Diego no quiere perder tiempo para satisfacer su curiosidad.
─Su merced acaba de llegar con el capitán Irala, ¿verdad? ─El alemán asiente─. ¿Qué ha pasado? ¿Han luchado con los indios? ¿Saben algo del nuevo gobernador?
─No seáis cotilla, Diego ─le amonesta el montañés.
─No os preocupéis, Álvar; no es ningún secreto. La verdad es que ha sido un viaje bien tranquilo en asunto de indios; no hemos tenido ningún problema con ellos.
─¿Y Buenos Aires? ¿Han cerrado el fuerte? ─continúa preguntando el sevillano.
─Sí. No queda nada, ni nadie. Mi capitán ha traído a todas las gentes de allí.
─Y, ¿cuál era el problema? ─inquiere Álvar─. ¿No hace meses ya que Irala envió a alguien a cerrar el fuerte?
─Las gentes que quedaron allí no querían salir. Preferían pasar hambre que venir con nosotros.
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English
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Translated by Harrington Lackey
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Author review: La relación con el traductor ha sido óptima a lo largo del proceso, profesional y cercana. Todo el tiempo ha estado abierto a correcciones y sugerencias, y las ha ponderado adecuadamente. Se adelantó a los plazos y la traducción quedó terminada antes de lo previsto. Me parece un traductor muy recomendable, que sabe lo que hace y cómo debe hacerlo. |
Portuguese
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