En el medio de una crisis existencial, Alana, una mujer a punto de cumplir 30 años decide dejarlo todo: su país, sus costumbres, su familia e irse a Londres a comenzar una nueva vida, con la ayuda de Kara, una vieja amiga del colegio, obtiene un nuevo empleo que será el centro de su vida.
Mientras Alana cuenta su historia en una ciudad siempre amada por ella, relata la historia de sus cinco mejores amigas, Kena, Vanessa, Valentina, Agatha y Pía, que viven cada una en ciudades diferentes pero siempre están unidas gracias a la magia de la tecnología. Siente el consuelo de encontrarse sola pero a la vez acompañada de sus hermanas por elección como ella misma las llama.
Además de lidiar diariamente con su empleo en una corporación publicitaria, Alana lucha el amor de Nathan, el guapo publicista hijo de uno de los socios de la corporación que le roba el aliento desde la primera vez que lo ve. Alana está segura que ha encontrado el amor con Nathan, hasta que, por culpa de unos Martinis, conoce a Ian de la manera más accidentada y entiende lo que es el amor a segunda vista.
Genre: FICTION / Romance / ContemporaryNovela romántica. Top 100 en amazon por varios meses. Elegida entre las mejores novelas románticas en español por la pagina Escribe Romántica.
Pues no sabía nada. Ya ni mis instintos funcionaban.
Por mi puerta se asomaron los ojos azules más claros y brillantes que había vista nunca, era mi Dios de Hielo. Jamás pensé Ian me buscaría después de lo terrible que nos portamos el uno con el otro, porque si él fue un patán yo no me comporté mucho mejor. Dios, estaba tan cansada de todo, veía todo el incidente con Ian tan lejos y absurdo que ya ni recordaba porque me moleste tanto y apenas había sido la semana anterior, eso creo, ya no me importaba.
Quise llorar. Estaba muy cansada, no había dormido más de tres horas en muchos días y ya me estaba haciendo efecto el cansancio.
Me recompuse, me levanté y me paré frente al escritorio, pero no hablé, todavía estaba molesta o por lo menos debía hacerle creer eso. Pero ¿Cómo me podía resistir a esos ojos azules?
¡Alana focus!
—Ey…Cere…Alana, vengo en son de paz, por favor, necesitamos hablar.
—Ian, te dije que si querías algo de mí, te dirigieras a mi jefe inmediato —traté de parecer firme, pero creo que no lo logré.
—Lo que quiero hablar no es de trabajo. Quiero pedirte aquí mismo donde te traté tan mal, perdón, me comporté como un patán, no tengo excusas. Pero quiero que sepas que me siento terrible. Ni siquiera he podido dormir bien. Sé que fue terrible lo que te hice.
En ese momento vi a ese monumento de casi dos metros, parado frente a mí pidiéndome disculpas y me pareció que lo que me había hecho, al lado de lo que me hizo Nathan, había sido una tontería. Por supuesto eso no lo excusaba de su comportamiento, pero realmente no me importó.
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English
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Translation in progress.
Translated by Talía García
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