Daleth es una ciudad de contrastes. De lucha, de supervivencia y, también, de belleza. Si uno cruza el Puente Ávalon hacia el norte, en dirección a las relucientes torres de investigación, se ve la zona más elegante de la ciudad. Ahí donde viven los magnates, los ricos y las personas más influyentes de las nuevas Islas Británicas.
Sin embargo, si te diriges hacia el sur, la pobreza contrasta con la belleza que se otea al otro lado del fiordo Kent. Futuros inciertos y precariedad al máximo bajo la desdeñosa sombra de aquellos a los que sólo les preocupan las apariencias.
Lo que nadie les ha dicho a Elaine Forest y Ban Reeves es que, en un mundo donde las diferencias sociales lo rigen todo, ellos también cruzarán muy pronto dicho puente… Y que eso sólo será el fin de todo lo que ambos creían conocer hasta ese instante.
Ella desde el dorado norte, él desde el oscuro sur. ¿Acaso será el destino de dos jóvenes amantes el que muestre el camino a un futuro mejor para todos?
Una distopia New Adult de inspiración artúrica que no te dejará indiferente.
La primera semana tras ser publicado estaba entre los 100 primeros puestos en Romance y Erótica en Amazon México y entre los 3000 primeros en Amazon España.
Para Elaine, cepillarse el pelo siempre había sido un ritual indispensable. Lo primero que hacía siempre al despertarse por la mañana, tras llegar al baño y después de quitarse las legañas con un poco de agua, era tomar el cepillo y pasarlo, durante varios minutos, por su largo cabello lacio. Aunque era cierto que aquellos mechones dorados casi nunca se enredaban, a la joven la relajaba aquel movimiento repetitivo y conocido. Sobre todo, cuando tenía que enfrentar un trance desagradable.
—¡Vamos, Elaine! ¡Llegamos tarde!
La muchacha suspiró y se miró por enésima vez al espejo, insegura. Un segundo después se decidió a dejar el cepillo a un lado con gesto pesado.
«Desde luego, esta noche va a ser uno de esos momentos difíciles de soportar», pensó con cierto abatimiento, antes de girar por fin el picaporte y salir del amplio cuarto de baño.
Su mejor amiga y responsable de sacarla de su zona de confort aquella noche, Erica Franklin, la esperaba sentada sobre el borde de su gran cama, taconeando con un pie en una muestra evidente de nerviosismo. Cuando alzó la cabeza para verla salir, sacudió su cabello corto a la altura de la barbilla y fijado con espuma. El efecto hacía destacar aún más el color azul cielo con el que se lo había teñido, siguiendo la última tendencia del momento para las clases altas de la ciudad.
—¡Ah, por fin! ¡Ya era hora! —resopló, levantándose con los ojos en blanco—. Ni que fueras a casarte.
Language | Status |
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English
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Translation in progress.
Translated by Rishabh Manocha
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