¿Conoces de verdad tu país?
Eso es lo que me pregunté hace un año... y la respuesta me sorprendió. Sí, había estado en muchos sitios. La periferia de la Península no me resultaba ajena, pero el interior era un inmenso agujero negro horadado aquí y allá por las luces de alguna ciudad.
Así que me propuse remediarlo.
Me compré una furgo adaptada como vivienda y me lancé a recorrer el interior de España. Durante ochenta días visité pueblos, castillos, parques naturales y yacimientos arqueológicos, hablé con la gente, investigué mil historias y me asomé a un mundo que me resultaba curiosamente familiar y, al mismo tiempo, completamente desconocido.
El resultado lo tienes en tus manos: un acercamiento a la historia, la geografía y la actualidad de un país mucho más grande, rico y complejo de lo que siempre nos contaron. Un país que desborda riqueza patrimonial, arqueológica, histórica y cultural, repleto de rincones asombrosos, pero también despoblado y solitario. Un país profundamente hermoso que merece la pena recorrer a fondo, perdiéndose por sus rincones y buceando en su extraordinario pasado.
¿Te vienes de viaje por la España olvidada?
QUÉ VAS A ENCONTRAR
El libro ha sido número uno en ventas en Amazon.es en varias ocasiones. Como autor y bloguer, tengo una numerosa comunidad de lectores que me siguen en Facebook (más de 7500 seguidores) y en mi propio blog (60.000 visitas mensuales).
En marzo de 2017, un libro se apoderó de mí. Fue algo inesperado, como suele suceder con los libros: a menudo te atrapan los que menos te imaginas, esos que comienzas a leer sin expectativas, porque buscas algo diferente o porque, simplemente, te atrae la portada o la sinopsis.
El autor era sobradamente conocido: John Steinbeck, Premio Nobel de Literatura en 1962. Cuando todavía pensaba que había que tragarse todos los clásicos, allá por mis ingenuos veinte años, leí dos de sus obras que sigo recordando con admiración, Las uvas de la ira y La perla, pero desde entonces no había vuelto a cruzarse en mi camino.
Hasta ese momento.
Me decidí a leerlo porque no se trataba de una novela, sino de un libro de viajes. Supongo que hay un momento en la vida para cada cosa, y ese era el mío para la literatura de viajes. Nunca me había llamado la atención hasta que, unos meses antes, mientras me documentaba para una novela, leí Viaje a través de las Antillas, de Patrick Leigh Fermor, que me descubrió el género e hizo que me pusiera a devorar libros de temática viajera.
El de Steinbeck se titulaba Viajes con Charley y narraba un recorrido del autor por Estados Unidos en una camioneta transformada en vivienda. La perspectiva de recorrer Estados Unidos de punta a punta con la mirada de alguien tan interesante como Steinbeck como guía se me antojó muy apetecible, así que abrí el libro y me puse con él.
No tenía ni idea de lo que su lectura estaba a punto de desencadenar.