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Novela basada en la historia real como niño soldado de Antonythasan Jesuthasan, actor que se dio a conocer con la película Dheepan (2015), dirigida por Jacques Audiard y ganadora de la Palma de Oro en Cannes.
Book Trailer en YouTube: https://youtu.be/vZRXcErGqiY
Anthony trabaja como gerente de un restaurante en Marsella. Un sábado por la mañana recibe una llamada telefónica en la que le informan del fallecimiento de su padre en Maboombu, su pueblo natal de pescadores. Tras ser preguntado por su novia, comparte por primera vez la historia de su vida como un niño soldado durante la guerra civil de Sri Lanka en los años ochenta.
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Habíamos terminado de enterrar la segunda botella rellena de explosivos e iniciado el recorrido de vuelta a nuestro campamento base. Antes de adentrarnos en la selva, teníamos que cruzar un campo raso. Caminábamos con sigilo absoluto, posando las plantas de los pies con delicadeza, como si estuviéramos sobre un lagar de pétalos de rosas. Poco a poco, el atardecer comenzó a dibujarse sobre nosotros. Arafat avanzaba muy despacio y yo iba detrás de él. A menudo, se detenía para escuchar con mucha atención y, en un momento dado, le pareció oír algo extraño. Giró la cabeza hacia mí y, agachándose ligeramente, puso un dedo en sus labios para ordenarme guardar el máximo silencio. Después de un momento, continuamos nuestro camino hasta entrar en la selva.
Caminábamos con sigilo cuando, de repente, mi amigo se detuvo y se quedó inmóvil mucho rato.
Arafat me agarró del brazo, y me obligó a agacharme. Luego, aproximó su cara a la mía, y musitó:
—Nunca te separes de mí. Estamos a punto de ser rodeados. Cuando eche a correr, me sigues. Si yo cayera, continúa, sal de la selva y, sin detenerte, dirígete a las montañas. Calculo que quedarán unas dos horas de luz antes de que se haga completamente de noche.
Comencé a sentir miedo. Ahora podía oír pasos precipitados sobre el terreno, no lejos de donde nos encontrábamos. De pronto, unos matorrales a nuestra izquierda se agitaron crujiendo. Arafat se levantó y echamos a correr. A nuestro alrededor, dieron la alarma con sus silbatos: una patrulla militar nos había descubierto.
