Sangre verde, es la primera entrega de la saga Mundanos. Es un libro contemporaneo, con mucha acción y climax altos, ambientado en Argentina, en un mundo postapocalíptico, debido a ser un punto verde y extenso, con posibilidades de ser una zona segura para la historia. El lector, irá descubriendo cosas, a medida pasen las páginas, al igual que el protagonista, ya que se encuentra escrito en primera persona.
La historia se inicia con un grupo de gente que no se conocen. Despiertan en un lugar desconocido y sin recuerdos. Pronto entenderán que se avecinan problemas y tendrán que tomar decisiones para mantenerse con vida, mientras intentan descubrir por qué se encuentran allí, en qué se han convertido las personas del exterior y quiénes son los sobrevivientes que se presentan como otra amenza para el grupo.
El libro intenta resaltar, valores como la pertenencia al grupo, la amistad, la lealtad y la confianza entre otros. Pero también nos enseña el ansia del poder, el engaño y la traición. Ante los ojos del lector, las págnas fluyen, siendo una lectura entretenida y que mantiene la expectación, por medio de algunos giros inesperados que consiguen mantener la tensión sobre el posible final.
Es un libro con mucho potencial, ya que es una temática muy actual y que ha gustado a personas que no eran atraidas por el género.
Genre: FICTION / Science Fiction / Apocalyptic & Post-ApocalypticA una semana del lanzamiento, se han vendido más de 200 ejemplares físico en mi lugar de residencia. En Amazón, la campaña aún no ha comenzando, sin embargo, en los cinco días que estuvo gratuito, logró posicionarse 2do en terror, acción y aventura, 2do en fantasy y se posicionó en el top diez de los más vendidos free. Lo que ha demostrado, que tanto la campaña en redes, como la recomendación por lectores y la atracción por la temática ha sido satisfactoria. Estoy ansioso por ver de lo qué es capaz al traducirse en otros idiomas, cómo el ingles, por ejemplo, ya que es un género muy leído por los residentes de los países que hablan esta hermosa lengua, entre otros.
«Como dicen: “El hombre que busca la soledad tiene mucho de dioses y de diablos, poco de hombre”. No sé hasta qué punto soy un hombre, tampoco creo ser una bestia y mucho menos un Dios, solo me siento bien estando sólo. No estaba tan mal estar con el grupo, pero creo que era una necesidad mundana; me contradigo con lo que pienso y hago por lo visto, como todos los humanos. Creo que, estar con el grupo, más bien, era por mi benevolencia. Estar rodeado de personas, me hacía dar cuenta que todos tenemos algo por el qué preocuparnos. Siempre intento ser bueno con los demás, o eso creo. No recuerdo cómo era antes de todo esto, pero la esencia de las personas no se pierde, viene impresa en el alma. Mis sentimientos, dictan mis acciones, así lo noto.
Mis acciones deben ser honorables, incluso si mi bienestar se ve comprometido. No sé hasta qué punto es bueno sentir eso y actuar de esa manera en estos tiempos de bestias y fuego. También creo que cuando sentí miedo, el estar rodeado de gente, me hizo dar cuenta que no era el único que pasaba por ello, cuando sentí hambre, me regocijó saber que los demás también estaban famélicos, me alimento de la compañía de otros, pero también disfruto de la soledad. Creo que vivimos pensando en el miedo a la soledad, pero en realidad tememos a no ser aceptados y morir solos».