Es mucho lo que se habla del amor, y poco lo que se practica. Son muchos los prejuicios y pocas las oportunidades de dejarse enamorar....
Kevin Riccardo nos invita a disfrutar de una apasionante lectura, gozando del romance simpático de dos amantes, a la vez que entreteje una fábula llena de filosofía, explicando los misterios del amor...
Robby, es un hombre emocionante, que percibe la vida bajo la lupa de la adrenalina, la ternura y la libertad. Es corredor profesional de moto y padre soltero de un niño. Mientras su vida gira entorno a su RR, y las competencias.
De pronto encuentra a Mádeline, chica obediente a sus padres, estudiosa, trabajadora y de costumbres rutinarias. Lo que menos esperaba de la vida es que el amor llega a su puerta.
Los Misterios del Amor, se desenvuelven en Costa Rica, un país exuberante de naturaleza, magia y lugares de ensueño. Pero el amor no siempre es idílico, muchas veces se torna difícil.
Cuántos milagros y barbaridades se han producido en nombre del amor? ¿Quién ha amado realmente?
El libro ha tenido una acogida sorprendente en Costa Rica, donde ha sido publicado y ahora se ha llevado a nivel internacional... Es una historia que no deja de sorprender.
Conoció a Robby en un evento motociclístico en el autódromo de La Guácima, en Alajuela. Él venía cantando la música de Toledo, reía con sus amigos y con su hijo. Ella encontró divertido que un piloto cantara estas canciones y le despertó instinto materno ver que este papá llevaba a su pequeño hijo a correr en circuito. Miraba a ese hombre con sorpresa: tenía puesto el traje de carreras, las botas Racing azules, blancas y negras, y hablaba con acento extranjero, luciendo un estilo todo suyo en la manera de expresarse. Cuando él se quitó el traje de moto frente a ella, apareció por debajo un cuerpo delgado y entrenado como piloto, pero curiosamente velludo. Mádelin deseaba poseer ese cuerpo tan diferente, o mejor dicho, deseaba poseer al dueño de ese cuerpo, o más bien, deseaba ser deseada por el dueño de este cuerpo.
Robby se dio cuenta de que Mádelin estudiaba para ser maestra, y ella a su vez supo que él era piloto: algo se encendió entre los dos corazones. Una chispa de imaginación, de deseo, unas ganas de vivir lo que en todos estos años no habían vivido.
¿Qué tenía él para ser tan distinto a los demás? ¿Qué tenía ella que lo cautivaba a él?
Quizás el hecho de que no le importaba sentirse ridículo, era lleno de espontaneidad, bailaba el reguetón en un autódromo, vacilaba con los jefes del equipo de carrera, que eran personas muy serias. Corría con la moto y amaba a los niños. Le parecía imposible, la intrigaba el hecho de tenerlo materializado al frente. Tenía una particularidad que cautivaba a Mádelin: no se le veía el límite. Especialmente aquel límite que nosotros mismos nos imponemos cuando...
Language | Status |
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Portuguese
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Already translated.
Translated by Teresa Gonçalves
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