Gea ha decidido que por el momento ya le han tomado el pelo lo suficiente como para no querer saber nada de hombres, después de que el cuernífero de su ex novio se fue con aquella cómo-se-llame.
Un reencuentro con alguien que no esperaba volver a ver da un vuelco a todos sus planes y pone su vida patas arriba.
La fantasía de nuestra protagonista vuela, pero su corazón está cerrado a cal y canto. ¿Cómo podrá solucionarlo Héctor?
Este libro lleva publicado en español desde 2011, obteniendo 30 opiniones con una media de 4 estrellas y decenas de reseñas positivas.
Es un libro que se ha vendido mucho, sobre todo los primeros años desde que se puso a la venta y siempre ha estado bien posicionado tanto dentro de la categoría de romántica como de humor (en este momento se encuentra entre los 26 más vendidos en humor y 493 en romántica en amazon España).
Ella empezó a echarme un sermón sobre ex parejas y dignidad, pero ya yo no estaba allí. De pronto había recordado aquella foto de su perfil, en su moto y me lo imaginé bajándose y quitándose la camiseta. Alguien había pasado a mi lado con el coche muy deprisa y me había empapado de un barro asqueroso que había en el arcén. Justo él venía de frente en ese momento y lo vio. Por supuesto, no podía permitir que me quedara así, llena de barro.
Así que tuve que quitarme la camiseta en mitad de la calle, quedándome con el sostén. Casualmente me había puesto el más bonito que tenía y él se me quedó mirando, tendiéndome su camiseta para que me la pusiera, pero no dejándome cogerla del todo, para poder observar un poco más y…
—¡Gea! ¡Geeeea! No me estás escuchando, ¿verdad? Todo este esfuerzo que estoy haciendo es inútil.
—Sí, sí te escucho. Dignidad, bla bla bla… él pasó de mí por otra bla bla bla —dije casi en un susurro, solo tenía que cerrar los ojos para imaginar a mi dios griego tirar hacia la moto la camiseta que me estaba tendiendo y acercarse aún más a mí para abrazarme y chocar sus labios en los míos. De pronto ya no había nadie en toda la calle, estábamos solos y vino la noche…
—¡Eres increíble! Tú no te cortes, sigue en tu planeta, imaginando como un chulo de playa te rompe de nuevo el corazón.
—O las bragas —me salió del alma, no pude reprimirlo y una pareja de viejecillas que pasaban a nuestro lado se nos quedó mirando como si hubiera dicho la blasfemia más grande de la historia.
Language | Status |
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English
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Translation in progress.
Translated by Roberto Arévalo
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Portuguese
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Already translated.
Translated by Rafaella C. S. Barros
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Author review: Muy buen trabajo, buena comunicación y buen resultado. Muy recomendable. |