Pumi es un gato muy peculiar. A diferencia de sus hermanos, quienes disfrutan cazando, arañando los cojines del sofá y echando carreras, a Pumi le gusta mirar las estrellas, hacer preguntas sin respuestas y, sobre todo, hacer justicia. De mayor, Pumi quiere ser un perro policía, razón por la que solicita la ayuda de Ton, un ratón de biblioteca que lo enseñará a leer y a escribir.
Pero las cosas no son tan sencillas como parecen. En su carrera por ingresar en el cuerpo de policía, Pumi se encuentra en un mundo gobernado por perros y prejuicios, donde los gatos, por muy valientes que sean, no tienen cabida. Los obstáculos que se interponen en su camino pondrán a prueba su persistencia, fuerza y obstinación, al tiempo que le abrirán la oportunidad de conocer amigos y vivir grandes aventuras.
Genre: JUVENILE FICTION / Animals / CatsLibro de reciente publicación.
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Eran las 12 de la noche y María, una mujer de unos 60 años, observaba la recién nacida camada de gatos que acababa de venir al mundo. Su gata Nieves había estado de parto casi toda la tarde y ahora estaba recostada en su cómodo cojín, dando calor y leche a sus nueve hijitos. Mientras tanto, Leónidas, el padre de las criaturas, los lamía, dándoles el que era el primer baño de sus vidas.
Nieves era una gata blanca como la nieve y Leónidas, negro como el carbón. ¿Cómo crees que eran los hijos? ¿Blancos? ¿Negros? ¿Blancos y negros? ¿Grises?
Pues te sorprenderá saber que había de todos los colores. Un cachorro era negro, exactamente igual que su padre. Otros dos eran blancos como su madre. Tres eran blancos con manchas negras. Dos eran negros con manchas blancas. Y el último era blanco y... ¡marrón! Sí, sí, has oído bien. Tenía el pelo del lomo marrón, y se veía que iba a ser un gato muy grande y fuerte por el modo en que bebía leche del pezón de su mamá. Lleva más de cinco minutos y no paraba de beber. Debía estar realmente sediento o la leche debía ser muy sabrosa y calentita. Como comprenderás, todo esto es imaginación mía, pues te prometo que nunca he probado la leche de gata, aunque sí la de vaca y cabra.
Si estás pensando que este último gato es un intruso, que no era hijo de Nieves y Leónidas y que se había colado ahí solo para darse un atracón de leche, te garantizo que no es así. Si quieres, puedes preguntarle a María. Ella lo vio todo. Estuvo allí toda la tarde viendo cómo Nieves traía al mundo, uno tras otro, a esos nueve preciosos cachorros.
Language | Status |
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Dutch
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Already translated.
Translated by Luc Wyn
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French
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Already translated.
Translated by Stéphanie Blasco
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Author review: Stéphanie ha hecho un gran trabajo, respetando siempre los plazos. Contacto fluido durante la traducción. Muy responsable. Totalmente recomendable. |