Una novela de aventuras con la intriga de El Código da Vinci y la acción de Indiana Jones.
Una novela de aventuras en la mejor tradición de Alberto Vázquez-Figueroa y Arturo Pérez-Reverte.
Mucha intriga y mucha acción de la mano de un autor que ya cuenta con más de doscientos mil lectores en todo el mundo.
Enterrada bajo un arrecife de la costa hondureña, el submarinista Ulises Vidal encuentra una campana de bronce del siglo XIV de origen templario, hundida allí más de un siglo antes del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón. Espoleado por la curiosidad y el ansia de aventura, emprenderá, junto a un historiador medieval y una audaz arqueóloga mexicana, la búsqueda del mítico tesoro de la Orden del Temple.
Juntos recorrerán Barcelona, el desierto de Mali, las profundidades del Caribe y la selva mexicana, enfrentándose a un sinfín de enigmas y peligros. Pero esa búsqueda del tesoro acabará enfrentándolos a un misterio mucho más trascendente de lo que ninguno de ellos esperaba. Un secreto silenciado durante siglos que podría transformar la historia del hombre y la forma en que este se comprende a sí mismo y al Universo.
La novela más vendida en la historia de Amazon España (más que 50 sombras de Grey o Harry Potter), con más de 7 meses consecutivos en el Nº1 (de Junio 2012 a Febrero 2013)
Más de 300.000 ejemplares vendidos en todo el mundo en español, ruso, inglés, italiano y griego.
Acababa de sacar la cabeza del agua, aún con el regulador en la boca, cuando oí a Jack gritándome mientras se inclinaba sobre la proa del yate, agarrando con ambas manos el cabo del ancla.
−¡Ulises! El ancla se ha enganchado otra vez. Baja un momento y suéltala.
−¿Otra vez? No jodas.
De mala gana, volví a colocarme el regulador con la mano derecha, mientras con la izquierda accionaba el purgador de aire del chaleco y, lentamente, me sumergía en las cálidas aguas de las que acababa de emerger.
−Cagoentodo –maldije mientras descendía–. Esto no puede ser bueno. Cinco minutos haciendo una descompresión como Dios manda y ahora tengo que bajar de nuevo y subir a toda prisa por culpa de la puñetera ancla. En mi vida he visto una que se enganche tanto, y cada día lo mismo. Hablaré con Jack: o el ancla o yo. No hay sitio suficiente para los dos en este barco.
Miré a mi alrededor hasta localizar el cabo, una tensa línea blanca que unía la sombra del Martini´s Law con el arrecife, nueve metros mas abajo. Incliné el cuerpo hacia el fondo, y me impulsé con fuerza hacia el punto donde se adivinaba el final de la soga, deseoso de acabar cuanto antes.
Al cabo de un momento ya me encontraba junto al ancla, sobre una enorme masa de coral vivo que aun bajo la mortecina luz de la tarde tropical, filtrada por millones de litros de agua, aparecía en todo su esplendor, con sus estructuras de pólipos de radiantes rojos, amarillos, blancos y morados de formas impensables. Por encima, por debajo y a su alrededor, infinidad de pequeños peces de un azul eléctrico único en la naturaleza, formando un nervioso cardumen, nadaban rápida y desordenadamente sin sentirse intimidados por otros tantos mucho mayores que ellos.
Language | Status |
---|---|
English
|
Already translated.
|
Greek
|
Already translated.
|
Italian
|
Already translated.
|
Russian
|
Already translated.
|