The Catalan novel La mirada del fill was published in paperback by Abadia Editors in 2012. The small publishing houses in this language hardly reach abroad and, since two years ago, I decided to start translating my novels from Catalan into Spanish to reach new target languages for translations and also new readers.
Review of the novel in its Catalan version:
"Their reading is full with interest and it doesn't leave us indifferent because it is an invitation to the meditation in a world where the banality exercises its empire." –foreword, Professor Àngels Santa.
Abstract:
Paula is a kindergarten teacher who can't give birth and, with her husband, they adopt Dani, a ginger baby. Many years later, the baby's biological mother suddenly appears in that idyllic scene, tearing apart the peacefulness that used to be. Through many different stages, since the child's arrival to his new home until he grows into an adult, this book introduces us to characters like: Grandma, a hard-edged woman particularly loving of this grandson of hers; although she and Paula are a living example of troubled relationships between mothers and daughters. Or Sophie, the young girl who shows herself in his awakening to adolescence. With a classic dance background we'll attend to a love story that will be a turning point, and where everyone has more in common than it seems.
Genre: FICTION / LiteraryThe Catalan version of La mirada del fill sold 1500 copies in paperback but since some years ago this novel is out of stock. Last 1st. May 2018 I uploaded the book on Amazon in Kindle and paperback and since then readers can pre-order a copy.
Kindle in Catalan:
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¿Por qué no detener de pronto este dolor invisible que ha sido creado a fuego lento, tantos años el fuego encendido, tanta leña quemada por nada? Una podría saltar sobre este fuego y no ser consciente que quema, ni tan siquiera pasando por encima con zapatillas de ballet y su brazo levantado... Aunque de noche en la mesa, Paula se lleva una mano al oído igual que si buscase algo, no sé, algo que aporte sentido a todo esto. Parecía que Daniel era el sentido, pero ahora ya tiene que buscarlo y encontrarlo para que todo tenga sentido. A su vez, que él la encuentre, como si no buscase, mas que pasase ante sus ojos y la pasara de largo, a mamá. Pero luego el hijo retrocede, sin más importancia, y observa qué hacía, como algo instintivo, y entonces la sonrisa natural de la madre toma sentido. También Daniel vuelve a ella, más consciente esta vez, pensando: todo va bien. ¿Lo ven? Daniel pasando por entre la mirada atenta de la madre, ¡y ella que se percata! Que alguien le pase un pincel, por favor. Porque este niño que crece poco a poco y es evidente por la ropa, sentado en la mesa con una camisa blanca y algún bordado en el bolsillo, su niño, que cruza los brazos en la mesa como lo haría un ángel y que mira hacia un lado, igual que si en esta casa se le escaparan a veces los cambios que se realizan. Y así Daniel mirando hacia arriba o a algún lateral, masticando a veces, cogiendo el vaso con las dos manos antes y después de beber. Si una quisiera estar en su interior, ¿se puede?, hasta tener la certeza de que en esa mesa se encuentra alguien fascinado por la vida. No obstante por una cuestión de edad no es muy consciente de ello, aunque la madre lo constata en una mirada que apenas parpadea para no perderse nada significante; sí, ya se le humedece un ojo.