Dicen que en algún lugar del mundo todos tenemos un gemelo idéntico.
El matrimonio con Jack, estaba desgastado y ella tuvo la idea de una segunda luna de miel, en los fríos parajes de Noruega, pero un fatal accidente la sumergió hasta al fondo del fiordo, de donde es rescatada por Rolf.
En realidad Brenda no quería ser revivida, pero unas manos atrevidas la empujaron nuevamente al mundo de los vivos.
Al conocer a Rolf, pensó que por fin alcanzaba la tan esquiva felicidad, pero las cosas nunca son tan fáciles, y menos aún si no son lo que parecen...
Desgraciadamente para Brenda, su dicha depende de los caprichos que oculta el agua.
¿Qué harías tú, si tu sombra se cruza en tu camino?
Brenda iba apoyada a la baranda del ferry, contemplando extasiada el paisaje: los saltos de agua, los acantilados, los pequeños grupos de casas casi perdidos en esa inmensidad.
—¿No lo encuentras hermoso, Jack?
—Desde luego, pero todavía no comprendo por qué tanto empeño en venir aquí y no a una isla tropical.
—Llámalo capricho si quieres.
—Pudimos haber ido a cualquier otra parte —insistió él, pues acostumbraba a ser quien tuviera siempre la última palabra en las decisiones.
—Creo que te expliqué innumerables veces que mi amiga Anna me ofreció su casa. Pensé que era una buena ocasión para conocer un lugar al que difícilmente visitaríamos por voluntad propia.
Brenda, a duras penas soportaba el mal genio de Jack. A cada milla que avanzaba el ferry, se convencía más que había sido una pésima idea invitarlo a ese viaje. Se suponía que se estaban alejando de todo para intentar salvar su matrimonio, pero ¿había algo que salvar aún?
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Translated by Veronica Askham
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