Un libro dedicado a quienes desean dedicarse al mundo de los negocios inmobiliarios, y no poseen la formación básica indispensable para hacerlo.
La gestión inmobiliaria es una actividad muy lucrativa, capaz de ofrecer a quien la practica la posibilidad de alcanzar la independencia económica y financiera en un espacio de tiempo muy breve, y de establecer las bases para lograr una estabilidad laboral propia, autónoma e independiente.
Se trata de una ocupación que en la mayoría de los países del mundo no requiere de titulación universitaria específica, sino de unos conocimientos básicos y de una pericia y una destreza que cualquiera puede adquirir y utilizar por su propia cuenta.
Este texto contiene una exposición detallada, en un lenguaje claro y sencillo, de los fundamentos conceptuales y jurídicos sobre lo que son los bienes inmuebles; los distintos derechos y obligaciones que sobre ellos pueden recaer; las principales operaciones y transacciones financieras que se pueden realizar con ellos; las distintas formas y métodos de captación de clientes; y las formas más utilizadas para obtener los beneficios.
Una forma de abrirse camino en una sociedad cada vez más exigente y competitiva.
CONTENIDO:
CAPÍTULO 1:
El gestor inmobiliario. Concepto y generalidades
CAPÍTULO 2:
Principales negocios jurídicos que se pueden realizar con los derechos que recaen sobre los bienes inmuebles
1.- La venta.
2.- El arrendamiento.
3.- La permuta.
4.- El comodato o préstamo de uso.
5.- La donación.
6.- La hipoteca.
CAPÍTULO 3:
El gestor inmobiliario como persona natural
CAPÍTULO 4:
El gestor como persona jurídica
1.- El nombre comercial y el eslogan
2.- La selección del tipo de empresa
3.- El documento constitutivo
4.- La sede comercial
Modelo de documento constitutivo de una Sociedad Anónima (S.A.)
Modelo de documento constitutivo de una Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.)
CAPÍTULO 5:
El trabajo del gestor inmobiliario. atribuciones y funciones
CAPÍTULO 6:
La cartera de clientes
Tipología de clientes
1.- Vendedores
2.- Arrendadores
3.- Compradores
4.- Arrendatarios
CAPÍTULO 7:
Métodos de captación de clientes
Prensa. El mundo de la publicidad en los periódicos
Panfletos y volantes
El mundo de las relaciones interpersonales
Internet: Una ventana abierta al mundo de los negocios inmobiliarios
Las técnicas de venta "pura y dura". El vendedor de "puerta fría"
CAPÍTULO 8:
Técnicas de marketing
CAPÍTULO 9:
El fruto del trabajo del gestor inmobiliario: Las ganancias
El gestor inmobiliario es una persona, natural o jurídica, que en nombre propio o ajeno, realiza una función de intermediación entre quienes desean efectuar un negocio jurídico con un bien inmueble.
Respecto de este concepto es necesario hacer algunas precisiones.
En primer lugar, aclarar que cuando se dice que es una persona “natural” o “jurídica”, nos estamos refiriendo a que puede tratarse de un individuo de la especie humana considerado como tal, o de una empresa. Ambos son “personas” desde el punto de vista legal, y como consecuencia de ello, titulares de derechos y obligaciones. De los primeros se dice que son “personas naturales”, y de los segundos “personas jurídicas”.
En segundo lugar, la expresión “en nombre propio o ajeno” quiere decir que la actuación puede ejecutarla el gestor por sí mismo, o como emisario o mandatario de otro u otra.
Cuando decimos que el gestor actúa "en nombre propio", nos referimos a que lo hace a título personal, es decir, sin representar a nadie sino a sí mismo como persona, como individualidad. Ocurre lo contrario, cuando decimos que el gestor actúa en nombre ajeno, caso en el cual sus actuaciones se hacen "en nombre" de una tercera persona, natural o jurídica.
Esto, que a primera vista aparenta ser algo sencillo, tiene su importancia en función de determinar quién o quiénes serán las personas que quedarán obligadas con la intermediación del gestor. Cuando el gestor actúa a nombre propio, es obvio que se obliga él individualmente, mas, cuando lo hace a nombre de otro (persona o empresa) es el otro el que queda obligado, no él.