Genre: HEALTH & FITNESS / Alternative Therapies
Los lactantes que consumen leche de fórmula y agua fluorada desarrollan un menor coeficiente intelectual que los bebés que toman leche materna o fórmula con agua pura; esto es un hecho.
Hay más de 400 estudios que demuestran que el flúor añadido al agua, a las pastas dentales o los colutorios, tiene el potencial de actuar como una neurotoxina; en el caso de los bebés, un aumento en el consumo de fluoruro de 0,5 mg/L resulta en una reducción de 4,4 puntos en el IC entre los 3 y 4 años.
Agreguemos que, mientras se forman los dientes y los huesos, el riesgo de daño a estas estructuras es mayor. ¡Nada como la leche materna hasta los dos años y alimentos reales complementarios a partir de los seis meses!
Sin embargo, la amenaza no termina allí, pues si el suministro de agua potable supone el aumento de 1 mg por día en el fluoruro que una madre del agua potable obtiene puede reducir el coeficiente intelectual (CI) de su hijo lactante hasta 3,7 puntos.
El artículo titulado "Efectos del flúor sobre el sistema nervioso central" publicado en la revista Neurología en el año 2010, analiza diversos estudios clínicos y experimentales sobre cómo el flúor puede afectar el cerebro; Los hallazgos sugieren que la exposición al flúor puede tener efectos negativos en el aprendizaje y la memoria, así como en otras funciones cognitivas.
Los lactantes que consumen leche de fórmula y agua fluorada desarrollan un menor coeficiente intelectual que los bebés que toman leche materna o fórmula con agua pura; esto es un hecho.