Gwyneed era hija del duque de Rarenthgerd, en el reino de Carmarthenshire, quien al nacer fue sellada con una marca del escudo familiar para que nunca olvidara su origen ni el regreso a casa. Pero aquello nunca sucedió… el rencor en el alma de aquella chiquilla la segó y el deseo de poder pudo contra toda su voluntad. Acabó con toda su familia para reclamar su herencia y fundar así su reino de Laugharne.
Una monja con poderes de hechicera y un párroco con ansias de dominio. Dos órdenes religiosas luchando con sus ejércitos épicos; dragones y Golems.
Una novela llena de magia, secretos, luchas y muertes…
¿Quién de ellos ganará el trono definitivo y sus riquezas, en el reino de Laugharne? ¿Podrá un caballero devolver la confianza a los dragones al presentarse como un nuevo jinete y así liberar al reino de una muerte sangrienta?
Genre: FICTION / Fantasy / EpicUn libro maravilloso, que despierta las ansias en quienes lo han leido. Apenas lleva una semana de publicado. Pero al estar en preventa muchos lo desearon adquirir pues lo esperaban con ansias. Posee ilustraciones.
El aire enviaba poderosas ondas y chillidos que erizaban la piel, junto a un hedor a carne podrida que le detuvo el corazón. Su sentido ultra visual le hizo prever que estaban en un próximo campo de batalla. Corrió tan rápido como pudo para que Egregor sonara las campanillas, y su rey mandara al pueblo a formar filas de batalla cuanto antes.
–¡Es increíble! en toda la historia de Geringmond, ninguno de nuestros elfos ha sido largado fuera, a excepción de Nardokon mi primo… ¿Será él quien ahora encabece esta batalla?– Se preguntó Dwand apesadumbrado –Esperaría cualquier cosa de él, como reclamar sus riquezas, pero nunca tramar una lucha contra su familia.
Pero… ¿Qué otra cosa haría, si había optado por renunciar a su raza y convertirse en un Druchii?
Desde la distancia, un enjambre de flechas y piedras envueltas en llamas, alcanzaron las primeras cercanías del lago Glainne. Los frondosos árboles prendieron en fuego y los gritos de los niños elfos, se unieron junto a los cornos y campanas de alerta. La batalla inició como un retumbo de miles de caballos trotando desbocados, provocando un ruido ensordecedor que tomó por sorpresa a los habitantes de Geringmond. Aunado a los retumbos, el hediondo tufo de la decadencia y la brea hirviente, provocó mayor alarma en la aldea.
Las mujeres tomaron en sus brazos a los más pequeños y los escondieron bajo los hongos de los cuales se abrió una sombrilla que les protegería como un encierro seguro.
| Language | Status |
|---|---|
|
English
|
Translation in progress.
Translated by Michel Tatiana Suarez Colorado
|
|
French
|
Already translated.
Translated by antony gautier
|
|
Portuguese
|
Translation in progress.
Translated by Batista Andrade
|
