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PRIMER PLATO
Ramón Ortega, inspector de policía como no hay otro igual, ha sido invitado a una fiesta a la que no quiere ir; a una partida de ajedrez con la mismísima muerte; a un banquete que, desde el principio, sabe que no va a digerir bien.
Junto a un equipo de grandes policías, a la forense Natalia Muñoz y a una profesora de Historia más involucrada en el asunto de lo que espera, tendrá que enfrentarse al caso más difícil de su carrera.
Un thriller violento y cruel, cargado de escenas tan duras que te será imposible olvidarlas en mucho tiempo.
Genre: FICTION / Thrillers / CrimeLleva un año en Amazon y se va vendiendo bien. Ahora he sacado la seguda parte y parece que ha hecho que esta primera mejore aún más. Ha llegado a estar bastasnte tiempo entre los 100 primeros de su categoría.
La muerte es una estratega de cojones que juega al ajedrez contra el tiempo dispuesta a ganar siempre. De todo ello se va a dar cuenta enseguida el inspector Ramón Ortega.
En cuanto la partida da comienzo.
Nada más llegar al lugar de los hechos y, tras hacer una revisión rápida, el inspector se sumerge en el mundo de la lógica. Así lo indican sus gestos medidos, su mirada de pasar revista y sus pensamientos a la caza de todo, con unos ojos vidriosos por culpa de un frío que no cesa. Y no solo tiene los ojos así por el frío sentido fuera nada más llegar al lugar, capaz de hacerle un estiramiento facial a cualquiera; es por el de dentro, el de las paredes, el de la baldosa rectangular del suelo, fea a más no poder.
También se sumerge en el mundo de la razón, en el de la negativa.
Incluso en el de la locura.
¡Jaque!
Observa la pared pintada con la sangre de todas las víctimas: cinco por veintitrés son ciento quince litros de sangre, litro arriba, litro abajo. Matemática rápida. Lógica precoz aprendida en San Alfonso, colegio de curas a donde su madre se empeñó en llevarlo para darle una educación católica muy acorde con la tradición familiar.
¿Dónde queda la religión ahora, Ramón?Cuando el inspector piensa lo hace con la mirada puesta en cada rincón. Imaginad por un momento esa cantidad de litros de sangre como decoración principal del local, metida en las juntas de las baldosas y salpicada como una pintura de estilo libre. Él no lo imagina, no, él lo vive en primera persona, tras sacarse de encima la chaqueta de cuero marrón, desgastada, y dejarla sobre uno de los siete taburetes rojo intenso que hay bajo la barra.
Language | Status |
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English
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Translation in progress.
Translated by Sara Martín
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