Claudine Leighton es una mujer trabajadora, que ansiaba muchas cosas en la vida, entre ellas un hombre que la cuidara, le diera una familia y la hiciera feliz, pero nada de eso fue posible, cuando recibió la noticia de que su esposo estaba muerto y tuvo que hacerse cargo de una propiedad que no era suya. Ahora en pocos días el verdadero dueño llegará y ella no sabe a donde irá con sus hijos.
Lord Alexander,Vizconde de Hylton, es un hombre atormentado por su pasado y como si fuera poco marcado por este. Perdió a toda su familia en un incendio y ahora es prisionero en su propia casa, pues se niega a salir, solo cuando es preciso, ya que no tiene temperamento para aguantar las habladurías y los comentarios sobre su rostro desfigurado. Él ya no cree en la felicidad y mucho menos en el amor, así que decide irse lejos de la capital, para poder vivir sin gente alrededor, que le estorbe y le haga preguntas indiscretas.
En el camino, estos dos corazones marcados por la vida, se encontrarán y aunque no empezarán con el pié derecho, solo ellos podrán darle un final feliz a esta historia de amor.
—Señora ¿Quiere que lleve esta tarde las mermeladas a casa de mi hermana?
—Sí, Matilda, parece que Rosalind, no va a poder, hay demasiadas cosas que hacer este día y ya pasado mañana es la feria.
La mujer sonrió—Estoy segura de que se venderá todo lo que van a hacer hoy.
—Dios te oiga Matilda, porque necesitamos el dinero para comprar carne, tocino, más harina, y muchas cosas más.
—No se olvide de la lejía y el jabón de baño…—le recordó su sirvienta.
Pensó que la lista era tan larga que no sabía qué comprar primero—ya veremos qué hacer, pero no puedo prometer que traeré todo.
—No se preocupe, las cosas se van a solucionar—le dijo la mujer optimista y entró a la casa de nuevo.
El delicioso olor a comida, le legó hasta donde se encontraba. Rosalind estaba cocinando y alistando la masa de los pasteles. De nuevo se preguntó ¿Qué haría sin ellas? Benjamín el jardinero, estaba en el huerto seguramente cortando algunas verduras para el almuerzo. Todos los días agradecía a Dios por ellos, no hubiera podido salir adelante sin esos ángeles que tenía con ella.
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Author review: Excelente trabajo, excelente comunicación. Muy buena traductora, y muy profesional. |