Novela de suspenso romántico ambientada en Londres siglo XIX
En plena era victoriana Arabella debe seguir el camino de sus hermanas y casarse con un rico heredero contra su voluntad. Ella acepta hacerlo porque no tiene escapatoria, pero luego de mudarse a Wenstwood, su nuevo hogar, descubrirá que la mansión ancestral esconde un misterio siniestro.
¿Qué le pasó a la bella Caprice, la anterior esposa de su marido y por qué su fantasma vaga sin descanso por la mansión? ¿Es su esposo un caballero bondadoso y gentil como parece o esconde una personalidad terrible y oscura?
Cuando la joven descubra la verdad será demasiado tarde para poder escapar...
Genre: FICTION / Romance / Historical / VictorianNovela publicada en el año 2016 en varias plataformas y todavía sigo vendiéndola especialmente en Scribd, y Google play books
ARABELLA
Camila Winter
Penzance- Cornualles
Año 1879
El pretendiente
Arabella Blayton se miró en el espejo de la habitación caoba de la mansión de Wensthwood y suspiró. Su rostro estaba muy pálido. Estaba tan asustada. A decir verdad, estaba más que asustada, estaba aterrada, pues acababa de casarse con sir Lawrence, marqués de Trelawney y sabía bien lo que le esperaba, su tía le había hablado de ello hacía días con detalles y por eso mismo temblaba. Ella no era como sus hermanas que hablaban de esas cosas entre susurros, era demasiado tímida. Y habría preferido no estar en ese lugar y no tener que ser la mujer de ese caballero. Pero acababa de convertirse en su esposa y era tarde para lamentarse o intentar escapar y lo sabía.
La boda en la iglesia, el brindis, el cortejo, todo había sido tan rápido. Su madre la había besado emocionada y su tía le sonrió cómplice. “Arabella, recuerda de lo que te hablé el otro día, debes entregarte a tu esposo siempre que él lo desee y te lo pida en silencio, con miradas, gestos o palabras. Debes comprender que no puedes negarte a él. Es tu esposo ahora” le había dicho tía Lizzy entre susurros para que nadie, sólo ella pudiera escucharla.
La joven novia se estremeció al pensar en eso y sintió que las lágrimas rodaban por sus mejillas. No, no debía llorar o su esposo lo notaría. Él llegaría de un momento a otro y lo sabía.
Language | Status |
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Portuguese
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Already translated.
Translated by Evelyn T M Martins
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