“En la noche no hay iluminación y no existe el día... Una desgracia ha sido causada en el cielo y en la tierra... Dioses y diosas se llevan las manos a sus cabezas, la tierra está destruida, la luna se retrasa, el sol no aparece, ya no existe... El abismo de las aguas, el Nun (Océano) se ha alterado, la tierra se ha volcado y el río ya no es navegable... Todo el mundo se lamenta y llora...”
[Libro de los Rituales de Shu para la Conservación de la Vida en la Tierra.]
Esta obra está basada, en su mayor parte, en numerosos documentos verdaderos escritos en papiros, paredes y techos de templos y tumbas egipcias; así como en numerosas inscripciones rupestres y petroglifos hallados en Iberia y otros antiguos lugares, y otras tantas fuentes primarias arqueológicas, epigráficas y cartográficas tales como mapas egipcios de casi 4000 años, otros más recientes de origen cartaginés, y uno grabado hace más de 3000 años en pleno territorio de Tartessos.
El autor ha intentado ser lo más fiel posible a las fuentes primarias, manteniendo a su vez un estilo narrativo indirecto y arcaico, lo menos moderno posible, donde son los mismos protagonistas quienes conducen la narración, siendo el nivel de imaginación del lector, en última instancia, la principal clave para el desciframiento intelectual de la obra y sus mensajes.
PLAN SINÓPTICO DE LA OBRA
Primera parte: KEMIT. Se desarrolla en el Antiguo Egipto de la Tercera Dinastía, en los tiempos del rey Dyoser. Hay numerosas alusiones a la Isla Beria (Iberia), el país de las Amazun en Lebu (Libia occidental, Marruecos y Maurtitania), el país de Athanas (Atenas), y la Isla Atletia (Atlantis), y gran parte de su historia y civilización.
Segunda parte: BERIA. El centro de toda la acción se desarrolla en la Isla de Beria (Iberia), y el gran reino de Tartu (casi toda Andalucía), y otros reinos de la misma Beria. También hay escenas importantes en otras regiones de Lebu y Kemit, y numerosas referencias y sucesos, descritos en retrospectiva, de la Isla Atletia (Atlantis), todo ello relacionado, pasado y presente.
Tercera parte: AMAZÔN. Se desarrolla fundamentalmente en las regiones de Lebu donde el reino de las Amazun, pero también en la Isla de Beria, Kemit, Athanas, y otros países de Europa, Asia y África, y las últimas islas que quedaron de la gran isla Atletia, cuando esta fue destruida y sumergida en el gran cataclismo.
Genre: FICTION / Fantasy / HistoricalHa sido Bestseller durante los primeros meses de su lanzamiento y cuenta co una veintena de opiniones de ventas verificadas en Amazon ¡todas muy positivas!
“En la noche no hay iluminación y no existe el día... Una desgracia ha sido causada en el cielo y en la tierra... Dioses y diosas se llevan las manos a sus cabezas, la tierra está destruida, la luna se retrasa, el sol no aparece, ya no existe... El abismo de las aguas, el Nun (Océano) se ha alterado, la tierra se ha volcado y el río ya no es navegable... Todo el mundo se lamenta y llora...” [Libro de los Rituales de Shu para la Conservación de la Vida en la Tierra.]. Solo hay tres maneras de viajar en el tiempo: por ciencia, por magia, o por la imaginación. CASA DE LA VIDA EN LA SAGRADA IUNU La misión de Unnofre Esta es la historia que he tenido que escribir, no la que me habría gustado. Me llamo Unnofre, soy sacerdote supervisor de los documentos de la Casa de la Vida de la sagrada Iunu, la Ciudad de las Columnas, y nací en la lejana isla de Beria, hace ciento cincuenta y cuatro ciclos lunares, en tiempos del Dios Perfecto, rey del Norte y del Sur de Kemit, Dyadyai, el Muy Poderoso. La guerra ha terminado. Los valerosos y fuertes guerreros del pueblo hermano de Athanas lograron derrotar al poderoso enemigo, que desde la Isla Atletia, situada en el inmenso mar verdiazul de aguas frías, traspasó el estrecho de las Estelas de Khronos y arribó a nuestro mar interior, dominando a muchas naciones de las tierras del Norte, desde la Isla de Beria hasta las islas y tierras contiguas a los Shardanu, y la región de los Leku, y por el sur de este mar interior, a casi todas las regiones de los Lebu9 hasta las fronteras de nuestro sagrado país de Kemit. Fueron años difíciles para todos. No solo las batallas provocaron desgracias miles, también muchas otras catástrofes por terremotos e inundaciones vinieron junto con estos invasores occidentales, como si ellos, hijos del mismo dios que las causa...