Desde siempre se nos ha formado en la creencia errónea de que el éxito está reservado solamente para unas pocas personas, y que el resto tenemos que conformarnos con esperar a que nos llegue la suerte para alcanzar aquello que anhelamos.
Este libro explica y desarrolla la tesis según la cual todos los seres humanos estamos configurados genéticamente para buscar y alcanzar el éxito, que lo hacemos de manera natural, espontanea, sin darnos cuenta, y que no hay quien pueda escapar a ello porque es imposible vencer las leyes lógicas que rigen nuestros pensamientos.
Demuestra de qué manera las concepciones erróneas sobre el mundo que nos rodea inciden directamente en el condicionamiento de nuestros pensamientos, desviándonos de la persecución de los objetivos que nos hayamos propuesto.
Contiene una detallada exposición sobre la intolerancia a la frustración, sus causas fundamentales, sus efectos nocivos, y cómo corregirla.
Un texto que te ayudará a descubrirte a ti mismo, a librarte de los obstáculos que te impiden avanzar, y a trazarte metas realistas que SIEMPRE podrás alcanzar.
En definitiva; un libro que te servirá de guía y orientación por los caminos hacia el ÉXITO.
Hay leyes invisibles que rigen el pensamiento humano. No las podemos ver pero sabemos que están allí. Conocemos de su existencia porque las podemos demostrar. Son como la electricidad, que no la podemos ver pero podemos probar que está allí, que existe.
Una de estas leyes es la ley de la CAUSALIDAD, que no CASUALIDAD, que es algo completamente diferente.
No es lo mismo decir CAUSAL que CASUAL.
La palabra "causal" proviene de "causa", es decir, lo que produce algo, lo que lo motiva, su fuente, el lugar del que nace.
"Casual", por el contrario, es aquello que puede ocurrir o no, es decir, que se produce aleatoriamente.
La ley de la "causalidad" establece que todo efecto tiene su causa; algo que lo motiva. No existe efecto sin causa. De igual manera, tampoco existe causa que no produzca un efecto; todas lo hacen. No hay causa a la que no le acompañe un efecto.
En el mundo de las ciencias podemos observar cómo disciplinas experimentales como la química, por ejemplo, se rigen estrictamente por este principio. Cada vez que se mezclen determinados ingredientes en igualdad de proporciones, se producirá invariablemente el mismo resultado.
En el plano de lo humano no se puede decir lo mismo. No siempre las mismas causas producirán iguales resultados. De allí que el principio de la causalidad rige de forma distinta entre nosotros, aunque existe de igual manera.
Diferenciaremos entonces el principio de la causalidad científica del principio de la causalidad humana, que es del que nos vamos a ocupar de aquí en adelante.
El principio de la causalidad humana explica que toda acción humana produce un resultado, y todo resultado es la consecuencia de una acción previa. Todas las acciones humanas tienden a un fin, buscan algo.
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English
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Already translated.
Translated by Omar Alberto Alarcón
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Author review: Buen trabajo. Cumplió a tiempo y sin problemas. |
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Italian
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Already translated.
Translated by Omar Alberto Alarcón
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Author review: Satisfecho con el trabajo. Nada que objetar. |
