Adalind Hamond, es una chica tímida, encerrada en sí misma, que llegó a casa de Ellie y Phillip, por un milagro. La encontraron casi muriendo debajo de un árbol en sus tierras. Cuando él vio a la muchacha, la llevó enseguida a casa y junto con su esposa Ellie, trató de ayudarla, curar sus heridas y poco a poco la chica se recuperó, pero casi no hablaba porque según el médico, estaba muy traumatizada a causa de la muerte de sus padres en manos de comancheros. Ella logró escapar y fue por eso que se salvó de terminar como la mayoría de los niños, violada o vendida en un burdel en el mejor de los casos. El tiempo pasa y ella crece para convertirse en una hermosa mujer. Mientras vive con Ellie y Phillip conoce a su amor platónico, Derek Sutton, al cual ve como un príncipe azul. En silencio se enamora de él y sueña con ser su esposa algún día. El problema es que Derek es un mujeriego consumado y cuando se entera de eso, le dice que solo la ve como una niña, rompiendo así su corazón.
Adalind tiene afinidad con los niños por lo que Philip le paga sus estudios para ser maestra y enseñar en el pueblo. Después de un tiempo, regresa para cumplir con lo pactado y se encuentra con Derek, que hace renacer esos sentimientos que ella había enterrado profundamente.
Derek Sutton, es el dueño del único banco del pueblo. Un hombre educado de buena familia y un soltero muy asediado en el pueblo. Pero él solo quiere divertirse sin tener ninguna relación seria. Un día todo eso cambia y debido a un mal entendido se ve obligado a casarse con Adalind y es allí cuando su vida da un giro enorme. Porque esa chiquilla tímida y sin roce social, como toda su familia dice cuando anuncia su matrimonio, le enseñará lo que es el amor verdadero y lo que debe hacer un hombre sino quiere perderlo.
Después de un rato abrió los ojos. Sus manos suaves, comenzaron a masajear su cabeza y mientras lo hacía él solo podía disfrutarlo. Había cambiado mucho. Siempre fue una chica de rostro hermoso y todos sabían que cuando fuera una mujer adulta, rompería muchos corazones. Pero nada lo preparó para verla tan bella. Sus facciones más definidas, la hacían ver más elegante, sus ojos grandes, tan verdes que le recordaban las praderas en primavera, estaban enmarcados por largas pestañas y se preguntó si al cerrarlos, acariciarían sus mejillas. Su nariz, era un pequeño botón en su rostro, pero aun así la hacía ver graciosa, y sus labios que ahora estaban entreabiertos, eran llenos y gruesos, pero no de manera exagerada. Sus mejillas sonrojadas, tal vez por el esfuerzo, tal vez por la vergüenza, le daban un toque inocente a todo su rostro y a la vez aumentaba si eso podía ser posible, su belleza. <<¿Por Dios, Derek, que es lo que estás pensando?>>, se reprendió a sí mismo. Esa chica era la sobrina de sus amigos y él no debía ni mirarla.
—¿Debo hacerlo más fuerte?—preguntó mientras sus manos acariciaban su cabello, produciendo una sensación de tranquilidad.
—No, gracias Adi, así está bien.
Language | Status |
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English
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Translation in progress.
Translated by irene bello
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Italian
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Already translated.
Translated by Jacopo di Carlo
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Author review: Excelente como siempre. Gracias Jacopo, muy buen trabajo. |
Portuguese
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Already translated.
Translated by Gisele Carara
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