Kendal me prometió una vida maravillosa, nada de volver a quedar con sus “amigas”, esta vez se centraría en nosotros. Siempre dije que era demasiado perfecto para ser verdad, estábamos prometidos y él era millonario. Hasta que un día... descubrió algo que lo cambió todo.
Desde la aparición de Ingrid aquel fatídico día, nuestras vidas ya nunca volvieron a ser las mismas, ni siquiera Royce Van Ewen, campeón de karate y jiu jitsu, sabía como encarar el destino que se le venía encima; pues su pareja Ingrid Gallagher, junto con Kendal Moore... guardaban un secreto, algo que podría abrir la caja de las tempestades.
Genre: FICTION / Romance / GeneralUna de las populares "Novelitas Taylor" que esta escritora de amplio catálogo está lanzando en este formato, forma parte de una saga y se trata de una historia original y bien contada. Aún es pronto para hablar de ventas, pues acaba de ser publicada...
De Corinna Taylor diré que se trata de una escritora prolífica con un catálogo de obras en constante crecimiento.
Todo empezó un día que nos encontramos con la pareja de mi ex; Ingrid Gallagher estaba en el centro comercial con su hijo de dos años. Sentado en una silla de pasear, mientras su madre buscaba algo en las estanterías, entonces Bastian, que es un pequeño encantador, le dijo a mi pareja:
—¡Hola caballero! —Gritó sonriendo y apuntándole con una espada de plástico, yo observaba la escena desde el mostrador de pescadería.
—¡Hola valiente espadachín! No me vaya usted a matar. —Añadió entre risas, el chiquillo no cesaba de reírse, mientras, Kendal observaba fascinado al niño.
—¡Bastian! No seas travie… ¡Uy, qué sorpresa! —Exclamó Ingrid al encontrarse con mi pareja de frente.
—¡Igual para mí! No me digas que… ¿es tuyo? —Expresó con ojos de incredulidad, mientras Bastian tiraba de sus manos.
—Anda, pues claro ¿De quien si no? ¡Estate quieto, deja al señor! —Dijo sonriente, la cara de mi pareja cambió, como si hubiera visto un fantasma.
—¿Qué te sucede, nunca has visto un niño? Tiene dos años y medio. —Dijo Ingrid mientras miraba atónita su reacción.
—Eeeh… es el mismo tiempo transcurrido desde nuestro encuentro… —Dijo con los ojos muy abiertos.
—¡No es tuyo, tonto! —Se alejó unos pasos de su hijo y se acercó a Kendal—, lo hicimos con preservativo ¿No te acuerdas?— Susurró muy bajito, mirando de reojo al chico.
Language | Status |
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English
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Already translated.
Translated by Oriana Sanchez
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Portuguese
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Already translated.
Translated by Luciano Pessoa Jr.
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