Esta es la historia de un científico que estaba viviendo en medio de una pandemia mundial, con una vida personal destruida, y que buscaba arreglarla al encontrar la felicidad en el mundo digital, gracias a sus programas informáticos. Luego de años de trabajo, logra desarrollar una aplicación “app” para celulares, que le permitiría leer los recuerdos de las personas fallecidas, siendo este su máximo logro profesional.
Irónicamente, este mismo desarrollo tecnológico lo llevará a descubrir que las personas y experiencias más importantes en su vida estaban físicamente a su alrededor y en sus recuerdos, más no en los programas computacionales, en ese olvidado mundo real, donde se sentía un fracasado debido a la frialdad con que trataba a los demás, en especial a la única mujer que siempre amó, la madre de sus hijos.
Para evitar este dolor, concentra toda su energía en su carrera de programador informático logrando lo que muchos soñaban, el desarrollo de aplicaciones para celulares que podían leer los recuerdos de los difuntos habituales en medio de la pandemia, haciéndolo millonario y famoso, pero también reencontrándolo con las experiencias interpersonales que tanto había evitado y que le harían cuestionarse muchas decisiones del pasado.
¿Podrán las tecnologías digitales devolvernos el placer de disfrutar nuestras interacciones físicas? ¿Serán suficientes para encontrar esa felicidad que se nos escapa de entre los dedos mientras hacemos clic mecánicamente en las aplicaciones del celular?
Parece ser que la luz de Lucifer, base de la ciencia moderna, no será suficiente para el desarrollo de la humanidad, y sólo la intervención divina del mismísimo Cristo podrá resolvernos esta duda.
Capítulo Uno: Su padre ha muerto
Producto de la segunda oleada de pandemias que azotaban al mundo, Don Dédalo había muerto, no había vuelta atrás y aunque era previsible por su sobrepeso y obsesión por los negocios, que lo hacía exponerse constantemente, había terminado mal. Su resistencia al mortal virus, mientras estuvo en coma, había sorprendido a todos quienes sentían interés en los bienes que dejaba, en especial de Electra, su hija menor. Había sido un empresario desde pequeño y se hizo millonario sin ayuda de nadie, un hombre hecho a sí mismo, partiendo absolutamente de cero, un self-made man dirían los demás.
El doctor del servicio médico legal comenzó a redactar el acta de defunción y mecánicamente imprimió la hoja que dejaba registro del fallecimiento de Don Dédalo. Procedió automáticamente a timbrarlo, firmarlo y apilarlo junto a todas las hojas que se arrumbaban en su escritorio.
La pandemia estaba más agresiva que nunca y las vacunas que tanta esperanza le habían dado al mundo, habían terminado siendo un fiasco, un despilfarro de recursos públicos y una catástrofe para la economía mundial por la inefectividad que finalmente tuvo.
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English
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Translation in progress.
Translated by Natasha Greenidge
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Portuguese
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Already translated.
Translated by Marjory Dotel
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Author review: perfecto! |