Una maldición de hace más de 400 años, termina por acercar a dos seres muy distintos y necesitados de amor. Un hombre atrapado en un cuadro desde hace siglos, atormentado por los errores de su pasado, se enamorará de una mujer a la que ha visto por varios meses pero con la que nunca ha podido hablar.
Una mujer sola, deseosa de dar amor y recibirlo, que ve transcurrir su vida trabajando en un museo y luego viendo televisión en su casa, piensa que en su vida no hay nada interesante y que así será, hasta el día en que se muera, de pronto conoce a un hombre que se vuelve el centro de sus fantasías y con el tiempo su gran amor... El único problema, es que él vive dentro de un cuadro.
Dos seres totalmente solos, en una hermosa historia de amor. ¿Podrán ser felices para siempre, viviendo en dos épocas distintas?
Una historia con contenido sexual, escenas de erotismo y viaje en el tiempo.
—Mira la luna, está completamente visible hoy.
—Oh sí, es tan hermosa…
Michael, no miraba a la luna, solo tenía ojos para ella. No resistió las ganas que tenía de besarla y antes de que ella pudiera negarse, la atrajo hacia él y tomó su boca posesivamente.
Meredith sintió su húmeda lengua explorar su boca de una manera lenta y sensual. La hizo olvidarse de cada cosa que podría preocuparla en ese momento. De repente unos grandes brazos, la rodearon y el beso aumentó su intensidad. Su corazón latía rápidamente y sintió que perdía el control de sus emociones. ¿Qué le estaba pasando? El cuerpo de ella, se sentía embriagado con el aroma masculino de él.
Escuchó a Michael gemir cuando ella, sin poder resistirse, rodeo su cuello con los brazos y supo que a él le pasaba lo mismo, él se sentía de la misma forma. Decidió terminar el beso, en parte por miedo a que se convirtiera en algo que no pudieran detener. Observó el rostro de Michael y vio en su mirada, mucha intensidad y deseo.
—Ese ha sido el mejor beso que me han dado en toda mi vida—le dijo a Michael, sonriendo.
Él también sonrió, pero en su mirada había algo de vergüenza.
—La verdad también ha sido un beso extraordinario, para mí, aunque te pido disculpas por actuar tan impulsivamente.
—No te disculpes, en realidad, la he pasado muy bien esta noche, pero ahora me tengo que ir. Deben estar locos buscándome en el museo, estaba tan cómoda contigo, que no me percaté de todo el tiempo que ha pasado.
Michael, la miró divertido.
Language | Status |
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Translated by Martina Ullrich
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Translated by Anna Rosa
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Author review: Excelente como siempre. Muchas gracias. |
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Translated by Gisele Carara
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