GESTIONAR CON AMOR
Es sabido que la gestión de empresas es un trabajo difícil, por lo que no esperen encontrar en este libro “la receta” para gestionar con amor. Tal como escribí en el título, la gestión de personas es un arte más que una técnica. Y este arte, en mi opinión, puede potenciarse desde el momento en que pensamos, hablamos y actuamos con amor con los colaboradores que trabajan con nosotros.
Independiente del nivel de madurez que hayamos alcanzado en la gestión de empresas, creo que gestionar con amor es un arte, porque se debe ir perfeccionando con el tiempo. Gestionar con amor solo se puede lograr con constancia, coraje, fe, humildad y disciplina.
Porque la gestión de personas, así como cualquier relación humana, se perfeccionará solo si así lo queremos. Pasando de aprendices a maestros en este arte, el arte de gestionar con amor. Y suponiendo que el lector está incrédulo de esta hipótesis, le pido que solo por un momento piense como influyó en su compromiso laboral, el sentir que su jefe le tenía cariño.
Incluso si puede, mentalmente, viajar a su niñez podrá recordar que los contenidos que más le gustaron provenían exactamente de aquellos profesores de los cuales usted sentía afecto o cariño.
Genre: BUSINESS & ECONOMICS / Business Communication / General¿GESTIÓNAR CON AMOR ES UN ARTE? Para responder esta pregunta, quisiera separarla en dos partes. Analizar si la gestión es un arte. Y en base a la respuesta a este análisis, profundizaré en el sensible tema de gestionar con amor.
¿Es un arte, la gestión de personas?. En caso afirmativo, necesita constancia, educación formal y disciplina. O quizás se piensa que la gestión de personas, solo necesita de técnica, es decir, de una licenciatura en administración de empresas y un magister. Otra idea es que la gestión de personas es una habilidad heredada y que se nace con ella casi por azar. En este libro desarrollo la idea de que es un arte, lo que sin desmerecer la necesidad de aprender la técnica formalmente o que se pueden encontrar casos de líderes natos, esto no es más que un ejemplo que no se puede generalizar.
Una segunda idea que soporta el error de gestionar SIN amor, es que se cree que la gestión de empresas es algo racional, y por lo tanto no tiene nada que ver con la irracionalidad de las emociones. Dado este sustento, no se debe desperdiciar tiempo en aprender de emociones como el amor, porque el tiempo vale oro, no se puede desperdiciar en temas casi esotéricos. Si seguimos esta línea de pensamiento, para un gerente el principal problema será seleccionar o atraer profesionales que lo quieran seguir, en vez de pensar en una opción espejo. Esta opción espejo sería pensar en crecer profesionalmente para que los colaboradores que le tocaron, lo quieran seguir. ¿Cuántas desvinculaciones se ahorrarían las empresas si superan de este poder secreto, de sentir cariño por los colaboradores?
Erich Fromm en su libro “El arte de amar” explica este problema basándose en las raíces de nuestra sociedad occidental. En este libro retrocede hasta la era victoriana, donde el amor surgía posteriormente a los matrimonios que habían sido concertados. Sin embargo, hoy en día prima una idea de amor romántico, donde se piensa que el amor de pareja llevará al contrato matrimonial.
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English
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Already translated.
Translated by Rolando Betancourt
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Author review: Excellent Job Rolando! |